Llega la primavera, y aunque se suela decir que la sangre altera, a mucha gente le pasa todo lo contrario: empieza una época de “bajón” de ánimo. Esto tiene una repercusión tanto en las obligaciones diarias como en el estado físico y emocional.
A ese conjunto de síntomas, que se conoce como astenia primaveral, contribuye sobretodo el cambio de horario y el aumento de horas de luz. Nuestro cuerpo, al recibir un aumento de luz y de radiaciones solares, produce también un aumento en la producción de diferentes hormonas. Como se sabe, hormonas tan importantes como la serotonina o la melatonina actúan directamente sobre el estado de ánimo, por lo que un aumento de ellas puede provocar euforia o, en este caso, decaimiento.
Hay 2 síntomas claros en estas depresiones estacionales: sensación de agotamiento físico injustificado y estado de ánimo decaído. Las personas afectadas pueden expresar tristeza, falta de apetito, desinterés y fatiga, síntomas casi idénticos a los de una depresión incipiente, pero de menor gravedad y recuperación rápida.
En cuanto a quiénes lo padecen, parece que las personas que sufren estrés, que viven en grandes ciudades, y en mayor medida mujeres, son los grupos más vulnerables.
Los estilos de vida saludables son el mejor antídoto contra la astenia primaveral. De hecho, vivir sano es prevenir éste y otros muchos trastornos. Algunas reglas básicas que te ayudarán a superar el bache son:
- Descanso suficiente: Procura dormir las horas necesarias, mejor sin medicación.
- Regularidad de horarios: Guarda un orden en los horarios de comidas, sueño y costumbres.
- Ejercicio físico: Haz un esfuerzo para sobreponerte a esa sensación de agotamiento y pasea o ve al gimnasio.
- Alimentación sana y variada.