Trastornos del Espectro Autista

Tratamiento Autismo Asperger ValenciaEl Trastorno del Espectro Autista (o TEA) se manifiesta a través de distintas áreas de funcionamiento anormal que, superponiéndose e interactuando, dan lugar a una sintomatología compleja, abigarrada pero bastante específica.

El Trastorno del Espectro Autista TEA es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. El trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El término "espectro" en el trastorno del espectro autista se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad.

El Trastorno del Espectro Autista TEA comprende afecciones que anteriormente se consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno generalizado del desarrollo. Algunas personas aún utilizan el término "síndrome de Asperger" que generalmente se considera que está en el período final leve del Trastorno del Espectro Autista TEA.

El Trastorno del Espectro Autista TEA comienza en los primeros años de la infancia y, a la larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad, por ejemplo, en situaciones sociales, en la escuela y el trabajo. Los niños suelen presentar síntomas de autismo en el primer año. Un número reducido de niños parecen desarrollarse de forma normal en el primer año y luego pasan por un período de regresión entre los 18 y los 24 meses de edad, cuando aparecen los síntomas de autismo.

Si bien no existe una cura para los Trastornos del Espectro Autista TEA , un tratamiento intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de muchos niños.

Síntomas del Trastorno del Espectro Autista

A continuación describimos los síntomas del autismo más grave, con el fin de proporcionar una idea clara del trastorno, teniendo en cuenta que en los casos menos graves pueden no darse todos ellos con el mismo grado de severidad.

Trastornos de la relación social:

Ausencia parcial o absoluta de reciprocidad social y respuesta emocional; no establecen vínculos socioafectivos significativos; el contacto ocular no existe o es huidizo y la falta de interés por la voz humana es evidente; lo mismo ocurre con la sonrisa social o la gesticulación propia de querer ser cogido en brazos; puede haber aversión al contacto físico con otras personas; no comparten intereses ni actividades y carecen de empatía. A los dos años de edad, no mirar a los ojos y sí a la boca de los otros puede ser un biomarcador potencial precoz de autismo (Jones y cols., 2008).

El lenguaje y la comunicación están gravemente alterados: el habla suele retrasarse y en muchos casos no llega a establecerse; las ecolalias son habituales; si existe lenguaje no suele ser comunicativo y carece de intencionalidad social y el habla suele ser átona, arrítmica y carente de inflexiones; la comprensión y la comunicación gestual también se encuentran afectadas.

Relación con el mundo físico peculiar: estilo rígido e inflexible en las formas de jugar y en el carácter ritualista de la utilización de objetos; la alteración de sus rutinas puede desencadenar crisis de ansiedad dramáticas; el juego simbólico resulta imposible para estos niños.

Trastornos de la modulación sensorial:

Indiferencia ante llamadas y órdenes verbales o ante ruidos intensos y bruscos que asustarían a otros niños; en otras ocasiones puede ocurrir el fenómeno contrario que expresan mediantes frotes, golpes, etc. La estimulación vestibular se ve implicada en los balanceos, giros sobre sí mismos, movimientos rítmicos de la cabeza y estereotipias motoras corporales diversas.

Trastornos del movimiento:

Estereotipias, manierismos y rituales, contínuos o intermitentes, que no parecen ser plenamente voluntarios.

Discapacidad intelectual:

Aunque algunos autistas tienen un nivel intelectual dentro de la normalidad, 3 de cada 4 sufren algún grado de discapacidad intelectual. En 1 de cada 4 casos el autismo suele ir acompañado de trastornos cerebrales orgánicos.

Causas del Trastorno del Espectro Autista TEA

Los trastornos del espectro autista no tienen una única causa conocida. Considerando la complejidad del trastorno y el hecho de que los síntomas y la gravedad varían, probablemente haya muchas causas. La genética y el medio ambiente pueden influir.

  • Genética. Varios genes diferentes parecen estar relacionados con los trastornos del espectro autista. Para algunos niños, los trastornos del espectro autista pueden estar asociados con un trastorno genético, como el síndrome de Rett o el síndrome del cromosoma X frágil. Para otros, los cambios genéticos (mutaciones) pueden aumentar el riesgo de padecer trastorno del espectro autista. Más aún, otros genes pueden afectar el desarrollo del cerebro o el modo en que se comunican las neuronas cerebrales, o pueden determinar la gravedad de los síntomas. Algunas mutaciones genéticas parecen ser hereditarias, mientras que otras suceden de manera espontánea.
  • Factores ambientales. Actualmente, los investigadores estudian si factores, como las infecciones virales, los medicamentos, las complicaciones durante el embarazo o los contaminantes del aire, desempeñan un papel en el desencadenamiento del trastorno del espectro autista.

Tratamiento del Trastorno del Espectro Autista TEA

No hay cura para el Trastorno del Espectro Autista TEA, y no existe un tratamiento único para todos los pacientes. El objetivo del tratamiento es maximizar la capacidad de su hijo para desempeñarse al reducir los síntomas del Trastorno del Espectro Autista TEAy respaldar el desarrollo y el aprendizaje. La intervención temprana durante los años preescolares puede ayudar a su hijo a aprender habilidades fundamentales de conducta, de comunicación, funcionales y sociales.

Psiquiatra Infantil Colegiada


Num. Col. COMV 460203608

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