Hay que diagnosticarla con precisión, puesto que puede asemejarse a un fenómeno normal de la vida o a otra enfermedad. No todas las depresiones son iguales ni tienen las mismas causas. Algunas se deben a un problema constitucional-hereditario de naturaleza física (depresiones endógenas) y otras tienen como causa problemas ambientales o personales (depresiones psicógenas, neuróticas o psicológicas).
Esta enfermedad tiene un tratamiento específico, que según el tipo de depresión es más bien farmacológico (depresiones endógenas) o psicológico (depresiones neuróticas). Debe tratarse con prontitud para evitar la cronificación (20% de pacientes).
¿A quién afecta la depresión?
La posibilidad de que una persona padezca una depresión a lo largo de su vida es del 15-20%. Sólo un 10% de estos casos llega al psiquiatra, y el resto de afectados acuden al médico general, a otros especialistas o no van a visitarse, todo lo cual revitaliza la importancia de la formación de los médicos no psiquiatras para detectar y tratar la depresión.
No hay que confundir los síntomas aislados que se pueden constatar en múltiples situaciones de la vida con la depresión como enfermedad, que requiere un tratamiento. Esta confusión ha dado lugar a la banalización de la depresión en el mundo actual, que ha admitido el término "estoy depre" como una forma habitual de expresión para referirse a un estado de ánimo bajo que no corresponde a lo que los profesionales entendemos como depresión. Estar desmoralizado, desinteresado, cansado, inapetente, etc. pueden ser síntomas de una depresión, pero no ineludiblemente, ya que pueden corresponder también a vivencias pasajeras y no patológicas del ser humano. En el caso de la depresión se requiere un tratamiento, pero cuando tales fenómenos son únicamente síntomas aislados no empleamos técnicamente el término depresión y, por supuesto, no se requiere tratamiento médico. El problema emerge porque algunos síntomas presentes en la depresión también pueden aparecer en diferentes estados de la vida ordinaria que no son estrictamente patológicos.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
Cuando una persona sufre una depresión presenta durante la mayor parte del día y durante varios días seguidos síntomas como los siguientes: tristeza, ganas de llorar, pérdida de apetito y pérdida de peso, dificultades para dormir, menos ganas hacer cosas (salir a la calle, hablar con otras personas, e incluso asearse, ducharse, arreglarse o maquillarse), tiende a pasar la mayor parte del día acostada en la cama o el sofá, le cuesta concentrarse, y tiene dificultades para disfrutar con las cosas que normalmente le gusta hacer. En los casos más graves aparecen las ideas de muerte o de suicidio.
Hay personas que en lugar de insomnio tienen exceso de sueño y aumento de apetito en vez de pérdida del mismo. Además, una persona con depresión puede sufrir a la vez síntomas de ansiedad.
¿Qué es la distimia?
La distimia es un trastorno del estado de ánimo crónico en el que el paciente presenta síntomas depresivos de carácter leve mantenidos en el tiempo y que precisa de tratamiento de mantenimiento con antidepresivos de forma crónica. Cuando un paciente diagnosticado de distimia sufre una recaída, los síntomas se agravan apareciendo lo que llamamos depresión doble y es necesaria la valoración del psiquiatra para ajustar el tratamiento.
¿Cómo debo tratar a una persona que sufre depresión?
Ésta es una pregunta que se hacen con frecuencia los familiares y amigos de una persona que sufre depresión.
Debemos tener en cuenta que un paciente depresivo carece de la voluntad necesaria para llevar a cabo ciertas tareas. Es decir, aunque sea consciente de que debería salir a pasear, es incapaz de hacerlo. No conviene que el paciente se sienta presionado por su entorno, puesto que de esta manera podríamos alimentar el sentimiento de culpa e inutilidad que suele tener el paciente depresivo; si queremos decirle que debe salir a pasear siempre será mejor que lo planteemos amablemente a modo de sugerencia que de una forma autoritaria y a modo de obligación. Cuando el tratamiento empieza a hacer efecto el paciente suele ir recuperando la iniciativa para hacer pequeñas tareas; en este momento el paciente acepta de mejor grado las sugerencias del entorno y, poco a poco, irá aumentando su receptividad y su grado de implicación en la recuperación.
Ideas de muerte o de suicidio: ¿qué debo hacer si un amigo o familiar me dice que no quiere seguir viviendo?
En determinados casos de depresión, especialmente en los más graves, es frecuente que el paciente exprese ideas de no querer seguir viviendo y, a veces, de quitarse la vida. En estos casos, lo más importante es que un profesional de la psiquiatría valore al paciente lo antes posible para evaluar la gravedad de la situación y cuál es el tratamiento más adecuado para el caso.
Tratamiento para la Depresión
¿Qué medicamentos se usan para tratar la depresión?
Para tratar la depresión utilizamos los fármacos antidepresivos. Hay diferentes tipos de antidepresivos dependiendo de su mecanismo de acción. Cuando la depresión lleva consigo asociados síntomas de ansiedad o insomnio puede ser necesario utilizar durante un tiempo junto al antidepresivo otros fármacos como los ansiolíticos y los hipnóticos.
¿Cuánto tiempo tardan en hacer efecto los medicamentos para la depresión?
Los antidepresivos tardan en empezar a hacer efecto de 4 a 6 semanas, aunque algunos pacientes pueden empezar a experimentar cierta mejoría en la segunda o tercera semana de tratamiento. Para una adecuada respuesta, es importante tomarlos conforme el psiquiatra nos lo haya indicado, aproximadamente a la misma hora todos los días y no dejar de tomarlos sin haberlo consultado previamente con él.
¿Durante cuánto tiempo debo tomar los antidepresivos?
Una vez el paciente ha alcanzado la mejoría completa, el tratamiento debe mantenerse durante al menos 6 meses antes de empezar a retirarlo. De esto modo se reducen considerablemente las probabilidades de recaída en el futuro.
¿Son adictivos los antidepresivos?
No. Los antidepresivos no producen adicción, no son adictivos. Si algún día olvidamos una toma o, si dejamos de tomar de golpe la medicación durante varios días, lo que notaremos serán los síntomas del síndrome de retirada y podremos sentir desde una sensación de mareo hasta síntomas de ansiedad.
¿Cuáles son los efectos secundarios más frecuentes de los antidepresivos?
Como norma general, los efectos secundarios de los antidepresivos son de carácter leve y bien tolerados por el paciente si empezamos tomando una dosis baja y la vamos aumentando poco a poco. Uno de los efectos secundarios inmediatos más frecuente es el malestar gástrico (tener el estómago revuelto); como ya hemos dicho, este efecto suele ser leve y desaparece a lo largo de la primera semana del tratamiento. Otros efectos secundarios son el insomnio o la somnolencia y la pérdida o el aumento de apetito y peso
¿Qué debo hacer si tengo efectos secundarios de los antidepresivos?
Si al empezar a tomar un antidepresivo tenemos efectos secundarios que no toleramos (somnolencia excesiva, insomnio, náuseas y vómitos continuados…) debemos dejar de tomar el tratamiento inmediatamente y consultar con nuestro especialista para valorar el tratamiento con un antidepresivo diferente al que no hemos tolerado.
¿Qué puede pasar si dejo de golpe los antidepresivos?
Cuando dejamos de tomar de golpe un antidepresivo, bien porque ya nos encontramos bien o porque olvidamos tomarlo, podemos sufrir un empeoramiento de los síntomas y aparecer un cuadro de ansiedad con mareos, palpitaciones, taquicardia, sensación de ahogo… esto es lo que llamamos el síndrome de retirada.
Ansiedad y Depresión
¿Qué es el trastorno ansioso-depresivo?
El trastorno ansioso-depresivo es una enfermedad en la que el paciente presenta a la vez síntomas de ansiedad y de depresión. La base del tratamiento, al igual que en los trastornos depresivos y en los trastornos de ansiedad, son los antidepresivos.
¿Se pueden curar la ansiedad y la depresión sin medicamentos?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de hablar de curación de la ansiedad o e la depresión, es la causa de las mismas.
Es decir, si nos hemos deprimido o tenemos ansiedad porque hemos perdido nuestro trabajo y tenemos problemas económicos, lo más probable es que cuando se resuelvan estos problemas desaparezcan los síntomas. Aún así, algunas personas necesitan apoyo de la medicación hasta que los problemas se resuelven o hasta que consiguen aceptar la nueva situación.
En cambio, cuando los síntomas tienen un origen endógeno, es decir, la causa es puramente biológica, es necesario el tratamiento farmacológico.
Por último, debemos tener en cuenta que hay casos en los que la medicación puede no ser necesaria y el paciente puede mejorar con ayuda de la psicoterapia, y otros en los que la psicoterapia puede servir de ayuda al tratamiento farmacológico.
Ansiedad, depresión y embarazo: ¿Puedo tomar medicación si estoy embarazada?
Sí. Hay fármacos que son seguros en el embarazo. Como normal general, en el primer trimestre de la gestación, por tratarse del periodo de desarrollo embrionario, se desaconseja tomar psicofármacos. Pasada esta etapa es importante valorar la situación psicopatológica de la paciente para decidir si es necesario o no el tratamiento. Siempre que sea posible se intentará evitar el tratamiento farmacológico para tranquilidad de la paciente embarazada y se valorará la opción del tratamiento con psicoterapia
Depresión postparto
Creo que tengo depresión posparto: ¿Qué debo hacer?
El embarazo, el parto, el posparto… son situaciones fisiológicas caracterizadas por importantes cambios hormonales que nos afectan a las mujeres en una de las etapas más importantes de nuestra vida. Sin embargo, los cambios hormonales nos pueden jugar una mala pasada favoreciendo que aparezcan síntomas de ansiedad o depresión. Ante esta situación, debemos tener en cuenta que para un bebé lo más importante es que la mamá se encuentre en condiciones de salud óptimas para poder hacerse cargo de su cuidado. Por ello, cuando la mamá experimenta síntomas de ansiedad o depresión en el periodo posparto es aconsejable que acuda a un especialista para que valore su estado y la necesidad o no de tratamiento farmacológico.
Ansiedad, depresión y lactancia: ¿Puedo tomar antidepresivos durante la lactancia materna?
Sí, algunos psicofármacos son seguros y compatibles con la lactancia materna. Si estamos dando de mamar a un bebé y sufrimos de ansiedad o depresión debemos acudir a un especialista en psiquiatría para que valore nuestro caso y nos aconseje cuál es la medicación más adecuada. No es aconsejable tomar ansiolíticos durante la lactancia, pero sí hay algunos antidepresivos que son seguros para el bebé y nos pueden ayudar.
¿Qué es la depresión?
¿Qué medicamentos se usan para tratar la depresión?
¿Durante cuánto tiempo hay que tomar antidepresivos?
¿Cuáles son los efectos secundarios más frecuentes de los antidepresivos?
¿Qué debo hacer si tengo efectos secundarios de los antidepresivos?
Psiquiatra Colegiada en Valencia
Num. Col. COMV 460203608