El Trastorno Antisocial Aprendido

El Trastorno Antisocial Aprendido es un tipo de trastorno similar al Trastorno Antisocial de la Personalidad (TAP) en cuanto a las “formas”, no tanto en las “motivaciones”. Ambos suelen tener un desarrollo temprano, expresado como un trastorno disocial antes de los 15 años. Sus criterios diagnósticos se basan en conductas antisociales que subyacen al fracaso para adaptarse a las normas sociales, la deshonestidad, la impulsividad o la incapacidad para planificar el futuro, así como la irritabilidad y agresividad, la despreocupación por su seguridad y la de otros, la irresponsabilidad y la falta de remordimientos. En el artículo de hoy nos centraremos en analizar las principales características del Trastorno Antisocial Aprendido, buscando las claves para su diagnóstico y tratamiento.

Conductas y razonamientos del Trastorno Antisocial Aprendido

Este trastorno está muy relacionado con la criminalidad. Se confunde a menudo con la psicopatía, pero se diferencian en que este trastorno tiene más que ver con la personalidad. Las personas que lo padecen son expertos en bloquear emociones y en aplicar la negación como mecanismo de defensa predominante.

Su narcisismo consiste en una fachada de invulnerabilidad, dureza y una especie de “yo” prepotente que no tiene en cuenta a los demás.  En muchos casos sus planteamientos sobre el bien y el mal giran en torno a aspectos aprendidos en un entorno difícil en el que han aprendido que hay que “defenderse para sobrevivir y no ser pisado”.

Intentarán demostrar lo “malos” que son, y lo que pueden llegar a hacer. Adoptarán comportamientos que “saben que no están bien”, buscando en todo momento una imagen de “tipo duro”.

Muestran emociones reprimidas, ignoradas e incluso ridiculizadas. Necesitan desconectar de sus emociones para poder tolerarlas. El objetivo final del comportamiento contradictorio es proteger su parte vulnerable, evitar que sea expuesta y dañada.

Suelen aplicar razonamientos y justificaciones simplistas que denotan una inmadurez emocional llamativa.  A medida que profundizamos en el paciente, tendremos más dudas sobre el diagnóstico de antisocial, y nos hallaremos con una persona frágil, falto de recursos y habilidades. 

Suelen contar con un entorno social desconcertado. En la mayoría de los casos puede haber una fuerte vinculación con las personas más cercanas, de las que han aprendido estereotipos de género erróneos (desigualdad, superioridad frente a hombres y mujeres…)

El Antisocial Aprendido tiene un mundo interno inestable e intenso que oculta con un mundo externo burdo y violento. Mientras que el psicópata oculta un mundo interno vacío mediante un mundo externo elaborado, superficial y lleno de representaciones de lo que se espera de él.

No hay comentarios.

Agregar comentario