Las autolesiones no suicidas son expresiones de malestar emocional llevadas a cabo principalmente por adolescentes. Pese a que al realizarlas el individuo no busca la muerte, sí que es una manera de provocarse dolor, aliviando sensaciones desagradables.
Se sabe que hay una asociación importante entre estas autolesiones sin intencionalidad suicida y otros cuadros psiquiátricos, como por ejemplo los trastornos del estado de ánimo (depresión), los trastornos de la personalidad (trastorno límite de la personalidad), los trastornos de ansiedad, el abuso de drogas, los trastornos de la conducta alimentaria (como la anorexia nerviosa o la bulimia), los trastornos de conducta en la adolescencia y el trastorno de estrés postraumático.
Por otra parte, se ha observado que existe una relación entre las autolesiones no suicidas y los intentos de suicidio posteriores, cosa que ha provocado que los expertos consideren que probablemente estas dos conductas forman parte de la misma trayectoria de riesgo.
Según Nock y Prinstein, las autolesiones podrían estar cumpliendo 4 funciones principales:
1. Reforzamiento automático negativo: la autolesión permite aliviar un sentimiento negativo, como por ejemplo la ira, la tristeza o los sentimientos de vacío.
2. Reforzamiento automático positivo: la autolesión provoca una sensación o sentimiento agradable, o por lo menos le permite sentir algo, aunque sea dolor.
3. Reforzamiento social negativo: la autolesión permite evitar una situación o contacto social desagradable.
4. Reforzamiento social positivo: la autolesión permite obtener una determinada reacción o comportamiento por parte de otra persona.
En la misma línea, Klonsky propone 7 funciones principales para las autolesiones:
1. Alivio de sentimientos desagradables o perturbadores.
2. Auto-castigo: en este caso las personas creen que “merecen” el dolor que se provocan.
3. Vinculación con el grupo de iguales: el adolescente se relaciona con otros jóvenes que se autolesionan y usa esta conducta pera integrarse en el grupo.
4. Búsqueda de sensaciones: la persona busca “saber qué se siente” al autolesionarse.
5. Afirmación de límites interpersonales: se utiliza la autolesión como una forma de comunicación con los demás, esto sucede cuando no se han aprendido previamente otras estrategias de expresión más saludables.
6. Anti-disociación: la autolesión sirve para evitar experimentar síntomas disociativos.
7. Influencia interpersonal: mediante la autolesión se consigue que otra persona haga lo que uno desea.
Klonsky nos explica que estas funciones no son excluyentes entre sí, de manera que lo más habitual es que se tengan lugar varias a la vez.
Psiquiatras Valencia: ¿Qué hacer ante casos de autolesiones no suicidas?
Otra linea de estudio sobre las conductas autolesivas se ha centrado en estudiar los factores que suelen estar vinculados a las mismas.
Llegados a este punto: ¿qué podemos hacer ante un caso de autolesiones para mejorar la situación?
Desde la psicología se han desarrollado enfoques terapéuticos que se han mostrado eficaces para reducir las conductas y los pensamientos autolesivos. El tratamiento que cuenta con mayor apoyo científico es la Terapia Interpersonal (Linehan, 1993), que combina sesiones grupales e individuales, entrenando a las personas en habilidades que les permitan afrontar de manera más saludable las situaciones.
Tanto si eres tú el que te autolesionas como si lo hace alguno de tus allegados, desde nuestra consulta de Psiquiatras Valencia te recomendamos que te pongas en manos de profesionales cuanto antes. Actualmente contamos con tratamientos psicológicos eficaces para tratar las autolesiones, no dudes en pedir ayuda, mereces hacer todo lo que esté en tu mano para estar mejor.