Acoso escolar

Por desgracia, últimamente vemos en los medios de comunicación demasiados casos de adolescentes que se han acabado suicidando después de haber estado sufriendo acoso por parte de sus compañeros en el colegio.

Entre los casos más recientes en nuestro país está el de Alan, un joven barcelonés de 17 años, quien, asediado por su transexualidad, no pudo soportar toda la presión y las burlas vinculadas a su cambio de género, y decidió quitarse la vida, o el de Diego, que con 11 años se arrojó por la ventana después de dejar una nota de despedida a sus padres, en la que explicaba que no aguantaba más ir al colegio. 

Según un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud junto a Naciones Unidas, cada año hay alrededor de 200.000 suicidios entre jóvenes de entre 14 y 28 años, y la asociación británica Beat Bullying informa de que tan solo dentro de la Unión Europea, unos 24 millones de niños y jóvenes al año son víctimas de acoso y maltrato por bullying. Reino Unido parece ser, según la ONU, el país más afectado por el bullying, seguido por Rusia, Irlanda, España e Italia.

¿Por qué se produce el acoso escolar?

La expresión "los niños son crueles" nos da alguna pista sobre el fenómeno. Parece que todos tenemos asimilada en nuestro inconsciente esta afirmación, y vemos “normal” que en el colegio se rían del gordito, el que lleva gafas, etc…  los niños tienen una gran falta de madurez, cosa que les impide empatizar lo suficiente con los demás, y por ello suelen aprovechar los "defectos" de sus compañeros para ridiculizarlos y así convertirse en protagonistas, o sentirse mejor respecto a ellos.

Por eso, la prevención es básica para evitar este tipo de actitudes y comportamientos hacia el más vulnerable. El papel de los padres y del entorno familiar es fundamental. El niño acostumbra a tomar como ejemplo lo que tiene en casa, y si se ven actitudes discriminatorias o vejatorias entre los miembros del núcleo familiar, lo interpretará como algo normal y lo aplicará en sus relaciones sociales. También es vital el papel de los docentes y educadores, ya que es precisamente a partir del ámbito escolar donde se señalan las víctimas y se inician las campañas, debiendo el profesorado estar atento y detectar cuanto antes la aparición de estas conductas e informar sobre las graves consecuencias de este acoso a los padres. Nunca mirar hacia otro lado o quitarle importancia. Actuar siempre.

Cabe decir que el Ministerio de Sanidad, a través de la llamada Estrategia de Salud Mental, ha elaborado un documento consensuado entre profesionales de diversos sectores y asociaciones de familiares y enfermos denominado Detección Temprana, Tratamiento y Prevención de la Reincidencia de las Tentativas de Suicidio. En él se hacen una serie de propuestas que básicamente consisten en mejorar la detección y valoración de estos casos y el manejo de las diferentes circunstancias que concurren en cada uno. Entre todos, debemos trabajar para crear una sociedad más tolerante, más justa y evitando sufrimientos solamente por el hecho de no encajar en unos determinados cánones.

 

 

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