Cuando en medicina empezamos a aplicar tratamientos holísticos e integrales y, sobre todo, a personalizar el tratamiento, el paciente se ve muy beneficiado. Hoy, hablaremos sobre cómo la alimentación también puede influir en nuestra salud mental y puede contribuir a prevenir problemas de ansiedad o depresión y/o a mejorarlos.
Alimentación: una medicina más
Hipócrates, antiguo médico griego, ya decía que debíamos utilizar la alimentación como medicina y la medicina como tu alimento. Hoy en día, la alimentación empieza a ser un pilar fundamental para la prevención de enfermedades tanto físicas como mentales (ansiedad, depresión). Pero también puede ser considerada como un arma de doble filo a la hora del desarrollo de algunas de ellas como la anorexia y la bulimia.
Sabemos que en el desarrollo de los trastornos depresivos puede tener cierta influencia la alimentación, por ejemplo a través de déficits de vitaminas del grupo B, además de otros factores muy importantes. A groso modo podemos decir que en la depresión puede haber una falta de neurotransmisores específicos y que la síntesis adecuada de estos neurotransmisores implicados se basa también en los aspectos nutricionales relacionados con una buena alimentación. Así pues, ésta debe ser de calidad para facilitar esta producción de neurotransmisores. Así pues, los alimentos que aportan triptófano a la dieta pueden ayudar a mejorar nuestro el estado de ánimo. Sin embargo, esta afirmación no debe generalizarse y conviene personalizar la alimentación según las particularidades de cada paciente.
Por otro lado, la psiquiatría también entiende que la alimentación puede llegar a ser una verdadera tortura para muchos. Los conocidos Trastornos de alimentación pueden llevar a la destrucción de la persona. Muchos suplementos nutricionales son utilizados en estos casos tanto para reducir la ansiedad o los atracones.
Por último, destacar que una adecuada alimentación de calidad puede influir mucho en los comportamientos y estados emocionales del paciente. La alimentación puede ser coadyuvante a un tratamiento psiquiátrico. Así es que si estás pensando en ponerte a dieta después de las fiestas no dejéis a un lado los aspectos nutricionales esenciales y, si es preciso, hacedlo bajo supervisión especializada.
